miércoles, 15 de agosto de 2012

Nací en la época equivocada.

¿En qué piensas cetáceo calcáreo? Tú qué crees...
Se esa es la respuesta correcta. Lo de la época me viene porque me he dado cuenta de que soy un anciano, no me interesa la tecnología, no soy bueno a videojuegos, no estoy con la cara pegada a un smartphone (pero tengo uno), no visto a la moda ni me interesa, no me gusta la fiesta... Soy un ser chapado a la antigua, prefiero una buena película en casa antes que un botellón o relamidas escrotales en una discoteca.Sé que no son suficientes razones para decir que nací en la época equivocada, pero puedo convenceros.


Siempre me he imaginado luchando en una gran guerra. Sé que no sería un héroe, tampoco un gran soldado, quizá un cobarde que disparara desde la trinchera y no asomara la cabeza nunca, me excusaría diciendo que ahorro munición o tal vez me hubiera librado de ir por miope o gordinflón. Si vamos más atrás, también me he imaginado como un chico con gorra y trapos sucios, siendo un pillo de calle que al final acaba muerto por mala suerte. ¿Veis lo que os digo? Nunca me he imaginado como astronauta, corredor de carreras o creador de una super app.

Tengo otros pensamientos más familiares, desde el día que nací soñé con ser padre, era el fin en mi vida, mi destino y mi objetivo principal. He soñado con una vida rutinaria, madrugar, trabajar, comer con mi familia, recoger a los niños del colegio, ayudarles a hacer los deberes, acostarlos y hacerle el amor a mi mujer. Pensareis ¿qué aburrido? Pues no, bueno eso que he descrito si, pero como sé que estoy loco y soy imprevisible, sé que haré reir a mi mujer, seré un padre guay y nuestras vidas serán felices y nada aburridas. Lo tengo claro.


Además esta vida no es la mía. Me cuenta una buena amiga que no puedes decirle a una chica que te gusta lo guapa y preciosa que te parece, lo inteligente que es y lo bien que te hace sentir. No puedes decírselo porque "le subes el ego y acaba creyéndoselo y eso es malo",  no puedes decirle cosas bonitas cada día porque "eso es chuparle el culo" y no puedes enamorarte de ella porque "eso es hacerse ilusiones falsas". A mi me gusta hacer que la gente se sienta bien. Me gusta hacerlos reir, disfruto viendo como se hace el bien. Y si no puedo decirle a esa chica lo perfecta que es y lo mucho que me encanta porque es algo atípico, este no es mi mundo.

No es mi puto mundo.

martes, 7 de agosto de 2012

Reemplazo

¿Qué es lo que más te duele? Supongo que el simple hecho de no poder hacer nada.
(...) nada...
No dejo de pensar, no puedo mantener la mente en blanca. Se perfectamente, capullos, que es imposible dejar de pensar. Siempre tienes la mente llena de basura, una canción, una idea, un origen, algo. Pero se dice esta frase hecha cuando no has dejado de darle vueltas a una misma cosa durante mucho tiempo. Pensar las cosas demasiado siempre lleva al hecho de meter la pata en una proporción directa, meterla hasta el fondo y quedarte con cara de tonto mirando a la derecha de la pantalla de tu ordenador, esperando algo que quieres que llegue, no sabes qué será, pero sabes qué quieres que diga.

Ahí no acaba la cosa, apoyas la cabeza en la almohada e intentas ver algo en la oscuridad, la lámpara que cuelga del techo, la mesa, la silla, incluso intentas ver los pequeños salientes del gotelé, que los imaginas, crees que los ves pero sabes que es imposible. Entonces te quedas mirando al techo, se te abre la boca sin querer, le das vueltas y vueltas para acabar echándote las manos a la cara y rascandote los ojos que te pican porque te has olvidado de parpadear. Luego notas la falta de aire, el corazón se acelera y recuerdas que tienes que respirar, tomar oxigeno para vivir. Yo prefiero no acordarme de respirar, así me falta el oxigeno y me duermo antes.


Saber que no tiene razones para lo que hace. Saber que es todo un malentendido. Saber, tanto saber y no saber qué hacer. Te despiertas temprano pensando en lo mismo. Justo antes de despertar has visto un rostro, lo único que te hace feliz ya que no recuerdas su voz. Se mezcla con el pasado y se hace incomprendible, recuerdas frases que te ha dicho, palabras, pero la voz quedó olvidada. Intentas volver a dormir, volver a soñar con lo último, con la belleza pero es imposible, el cerebro vuelve a ponerse al 300% y no eres capaz ni de mantener los ojos cerrados. Das vueltas en la cama, imaginando que la besas, imaginando que todo es diferente hasta que te parece buena hora para levantar el culo de la cama y ponerte a hacer lo mismo que hace un mes: NADA. 

Si algo me caracteriza es que soy un jodido cabezón. Cabezón, cabezón.

lunes, 6 de agosto de 2012

Sueño de una noche de verano.


… 1:23:45 de la mañana…

Tras cerrar los ojos me encuentro subiendo en un ascensor, llego a mi planta y tocó en la puerta correcta. Como siempre toco con los nudillos, el timbre no existe. Desde dentro se escuchan ruidos, murmullos, risas, pasos y el pomo. Allí estabas, delante de mí; había ido por ti y aún llevábamos medio minuto sin decir nada, y sin seguir gesticulando palabra alguna nos besamos chocando nuestras caras que se juntaron como un reloj de Dalí. Tras medio minuto nos separamos y mientras formaba una sonrisa picaresca me pegas un directo en la boca que me hace tambalearme “¿por qué has tardado tanto?” dices, yo me tapo la boca, quizá por vergüenza pero me ardían las venas “maldita seas” digo entre dientes. 

Me coges la mano me metes para adentro. Es el mismo piso donde vivía mi ex, nada mas entrar se ve el salón, allí estaban tus compañeras, vestidas con una túnica negra, haciendo un circulo en medio del salón se giran “¿quién es?” preguntan al unísono, “un amigo” respondes, “si… un amigo..” respondo yo. Me da tiempo a levantar la mano tímidamente antes de que me metas de un empujón en tu habitación. Cierro la puerta de un portazo, la boca ya no me duele, pero estoy cabreado “te has pasado”, así que me acerco a ti desafiante para volver a besarnos.  Todo cambia, se vuelve negro, estamos en la cama jugando, te pregunto por qué me has pegado y me respondes que no lo sabes, con una sonrisa picaresca, mirando hacia otro lado (curiosidad, libido, hormonas, lujuria, llámalo cómo quieras).

 

Cada uno a un lado de la cama, mirándonos, sabíamos el momento, los besos ahora son infinitos, imposibles de contabilizar, ocurren como estrellas. Nos desvestimos, me arrancas la ropa, te la quito, te pones encima, me vuelves a pegar, más suave, el cariño sustituye a la rabia, aparece el deseo. Te digo que te esperes, que antes tengo que hacer algo, cambias la expresión de tu cara, no lo entiendes, pero te sonrió y te pido permiso para besarte ahí abajo, quiero bajar por ti, me muerdes y de lo devuelvo. Te tiro a un lado, ahora me toca encima, me arañas la espalda, estás ansiosa, yo quiero ir despacio para pincharte, me rio de ti y mientras bajo a tu pecho, me agarras de las orejas. Las estrellas alumbran cada parte de tu torso, no me puedo creer que aún lleves los pantalones puestos. Te los voy bajando sin dejar ni un centímetro sin luz estelar. Suceden los gemidos, las risitas, los “cállate”; suceden los movimientos de cuerpo simbióticos, bailamos una melodía sensual, una sinfonía que ahora iba por el primer movimiento. Me empujas la cabeza, aún voy por el ombligo, las risitas vuelven, las miradas, para arriba y para abajo, durante segundos. Tienes las piernas inquietas, te las sujeto con las manos, las acaricio, ascienden lentamente a la par que mi boca desciende. Ya sabes donde se van a encontrar. Sucede una cruzada cristiana en tu matriz. Ahora la sinfonía cambia a vals, mi boca pide permiso con una reverencia que tu labios aceptan cortésmente, bailamos durante horas. Tu cuerpo responde con un contra ritmo, de acá para allá, los gemidos evolucionan, la fuerza fluye, aprietas, tiras de mi pelo; me rio, “no pares”, “vaya”, “cabrón, no pares”.  Todo llega, se nota, los afluentes se juntan,  sube la marea, se nota, lo noto. Me emociono, me atrevo a mirarte, eres una diosa sentada en su trono, haciendo lo que quiere, cogiendo posturas raras, mojándose los labios con la lengua, respirando por la nariz tan fuerte que hace hasta ruido.  Sigo el ritmo que me llega de tu corazón, aumento como aumenta este, me sujeto en tus muslos, te mueves demasiado, me haces daño en el pelo, me arañas; todo llega y acaba con un grito y fundido a negro.

Lo demás un  vago recuerdo, los ojos tapados por tu pelo, moviéndonos de aquí para allá, siempre unidos como dos piezas perfectas.  Nos abrazamos y nos arañamos, aparece un odio y un cariño que se quieren con locura, no se dejan escapar. Encima, debajo, a un lado, contra la pared, en el suelo. Nos reímos casi sin darnos cuenta, solo abrimos los ojos para mirarnos el uno al otro, no necesitamos mirar qué hacemos, nuestras manos nos guían, nuestro cuerpo responde a cada estimulo. Nos sentamos en la cama, una encima del otro, escondemos nuestras caras en el cuerpo del otro y casi sin aliento terminamos apoyándonos contra la pared, de lado. Nos cuesta respirar, no decimos nada, de vez en cuando una risa minúscula. Aún unidos, caemos hacia atrás y por fin abrimos los ojos para vernos lacerados, mordiscos por todos lados, moratones y sangre en los labios, parece que acabamos de beber sangre de los rojos que los tenemos. Caemos rendidos ante la fatiga y volvemos a ser tú y yo, dejamos atrás el ser unido. El agotamiento se apodera de nosotros y tras un último vistazo al amante, cierro los ojos, pero antes de despertar me doy cuenta de que me has abrazado para dormirte.

… 10:01:45…

jueves, 2 de agosto de 2012

Lavidaesunaputamierda

¿En qué piensas? En nada, creo que estoy depre o volviéndome tonto. Yo creo que ambas cosas.
Volvamos al pasado. Demos un paso atrás, uno o dos, los que hagan falta para encontrar aquello que llamaban "la vida". Es complicado entender -no entender, si no asumir- que todo es caca y meaos en estos tiempos, si la vida fuera un paseo, ahora estaríamos pasando por ese túnel subterráneo que toda ciudad tiene, lleno de pintadas, "PxA, 4ever, te amo" y lleno de pipises.

Esa "P" y esa "A" hace tiempo que cortaron, quizá solo se dieron un besito o quizá una se quedó embarazada y ahora deje a la criatura con los abuelos para salir de marcha el fin de semana. Sea como fuere , he aquí otro claro ejemplo de que la vida es una mierda. Esa muchacha no quería quedarse preñada y mucho menos estaba preparada. El padre que se la folló sin goma quizá trabaje en alguna fábrica de textil, ganando lo mínimo para tunearse el seat león y pagarse los vodka con limón en la discoteca de turno.

Como algunas veces hemos visto en el cine o televisión, la vida es bella para aquellos idiotas que no quieren ver cómo es en realidad, el hedor que desprende, la maldad personificada... todo está ahí, pero aún quedan hippies que se van a un prado del extrarradio con su reflex y se echan fotos con una falsa sonrisa con "la vida" de la naturaleza a las espaldas. Y no se dan cuenta de que hay un puto cartel de 20x15m que dice "Urbanización "El Pepinillo" 2.000 viviendas". Pero ahí están, diciendo que son felices porque estudian lo que aman, van a festivales de música que aman, tienen un jodido gato, la habitación llena de atrapa sueños, póster de Nirvana, de Jim Morrison; una lámpara de lava, vinilos de segunda mano, una guitarra, libros de mercadillo, un corcho con fotos de sus amigos, primeros planos de ojos, caracoles en hojas de otoño... todo eso les hace feliz. Yo creo que eso les da una sensación de felicidad lo suficientemente grande para que dejen de fijarse en la realidad y puedan, al menos, tener una vida normal.



Yo estoy triste, negativo... no quiero hablar. Si mi padre me dirige la palabra, por lo que sea, acabamos discutiendo, lo busco yo, está claro. Pero no se da puta cuenta de que no estoy para eso. Nadie se da puta cuenta. Lo peor de esto es que pasa despacio, lo mejor que siempre acaba pasando, pero mientras eres Logan, estás en el infierno y lo único que sientes es (....).