martes, 12 de julio de 2016

'Excluido'


'Excluido'
'Descartado'
'Rechazado'


'Excluido' es una palabra muy fea. Eso pone en la solicitud de pre inscripción. Y no me importa, ya ves, era una cosa que hice por hacer, casi de broma; me gustaba cómo hablaban de la universidad mis amigos, era interesante, parecía muy entretenido y siempre me ha movido la idea de aprender cosas nuevas y estar ocupado. Ordenar apuntes, organizar clases, llevar una rutina dónde los actos son los mismos -ir a clase, volver de clase, comer en el comedor, biblioteca- pero que el contenido varía según día, cuatrimestre, año... 

El problema es que 'excluido' me ha roto. Me ha hecho sentir vacío cuando lo he leído. ¿De verdad soy algo? ¿Sé hacer algo que resalte? ¿He estudiado algo? Sí, estudié audiovisuales, se supone que soy técnico superior en realización de audiovisuales, pero, ¿qué coño significa eso? ¿Tengo algún conocimiento extra, relativo, especial que me demuestre que soy eso? La respuesta es no. Mi trabajo lo podría realizar cualquiera con una semana de aprendizaje y leyendo dos artículos de colorimetría o control de imagen de cámara por Internet. ¿A eso se reduce todo? 
No. También está cómo es cada uno en su puesto de trabajo. Cómo desempeña su función, si es buen compañero, etc. Pero esto no vale pare sentirse realizado. A mi no me vale.

'Excluido' de todo. Así me he sentido. ¿Formo parte de mi familia? No lo sé, nunca he sentido aquello que llaman "familia". Es algo que nunca me he parado a pensar. No sé qué es, ¿es sentirse integrado en un grupo de personas? ¿Es sentirse querido por ese grupo? ¿Que se preocupen por ti? ¿Tener deseo de verlos cuando pasa mucho tiempo? ¿Tener un grupo de whatsapp familiar? Por esa parte me siento bastante 'excluido', sí.
¿Amistad? Esa podría ser mi familia, aunque alguna de las preguntas tengan la misma respuesta. Quizá espere demasiado de todo, o quizá son los demás los que esperan un poco más de mi. Haga lo que haga, cuándo y dónde lo haga. Sinceramente, la mayoría del tiempo me siento solo.

¿Y mis objetivos? ¿Y mis metas? ¿Inquietudes? ¿Dónde está mi identidad que tanto me costó formar? Tengo la teoría de que no existo tal y como creo que soy. He intentado tantas cosas en esta mi vida y nunca he terminado una siquiera que ahora mismo, tras la borrachera de ilusión, no soy nada con forma definida.
¿Cocinar? ¿Soy bueno cocinando? No lo sé, quizá no más que cualquier otra persona que sepa seguir una receta. Encontré en la cocina una forma de hacer algo que me gustaba. Punto. Pero, ¿es relevante? Qué más da, me sale una tortilla deliciosa y la siguiente asquerosa. Saber cocinar es prácticamente hacer magia con los alimentos; y a mi se me ve el truco.
¿Qué tal diseñar cosas? Esas mierdas -como yo cariñosamente las llamo-  me gustan. Es como crear algo de la nada basado en ideas que robas pero que en el fondo tienen identidad propia. Es divertido ser sutil en un cartel, declarar el amor con una frase sobre tonos pastel o hacer un chiste visual. Pero, ¿es relevante? ¿Soy bueno en eso? Tengo 'Me Gusta' en facebook, algún RT en Twitter y alguna nota en Tumblr... pero, ¿es relevante? ¿Puedo decir que se me da bien? No. Cosas similares a las que hago tienen millones más de feed-back y desgraciadamente en este mundo eso es lo que dice si vales o no. Otra vez se me ve el truco.

¿Qué me queda? Nada. 'Excluido' de todo. He empezado mil cosas creyendo que sería la definitiva, que aquello era lo que me hacía a mi, lo que le daba valor a mi vida, lo que me transformaba en relevante, lo que me animaba a levantarme por la mañana, lo que me hacía feliz en época de tristeza, lo que venía después del "¿que qué hago? Pues no sé, me gusta...", en fin, aquella cosa que te despega del fondo, corriente, aburrido, normal, y te hacía relevante. La oveja que levanta la cabeza en medio del rebaño y sonríe hacía el cielo estrellado.

¿Y ahora qué?